DEL «HAGAN LÍO» AL «TODOS, TODOS, TODOS»
JUAN ZAPATERO BALLESTEROS, zapatero_j@yahoo.es
SANT FELIU DE LLOBREGAT (BARCELONA).
ECLESALIA, 08/09/23.- Fue durante la JMJ en Río de Janeiro, en 2013, cuando el Papa Francisco dijo a los jóvenes argentinos en un encuentro en la catedral de San Sebastián «¡Hagan lio!… Quiero lío en las diócesis, quiero que la Iglesia salga a la calle!» Hacía poco que Francisco había sido elegido Papa. Pronto causó admiración y sorpresa entre los fieles, y en el mundo en general por su talante, sus gestos y su proximidad con la gente.
Su viaje a Lampedusa el 8 de julio de 2013 y su discurso constante de una Iglesia hacia las periferias comenzaron a cuestionar la manera de entender la fe de muchos católicos y la manera de afrontar, a nivel de sociedad mundial, la realidad de los más pobres del planeta.
Diez años después, el grito de Francisco en la JMJ de Lisboa ha sido el de » Todos, todos, todos», refiriéndose a que en la Iglesia nadie puede ni debe quedar excluido. Una alusión clara y directa a las católicas y católicos con una orientación sexual diferente.
Seguro que la JMJ de Río fue un revulsivo y un punto de arranque en cuanto a vivencia de la fe y de compromiso para muchos jóvenes, tanto a nivel personal, como también de grupo, a nivel de parroquias, asociaciones, movimientos, etc. Sin embargo, tengo mis reticencias a la hora de valorar como positivas algunas de las iniciativas evangelizadoras juveniles surgidas entonces y en pleno auge de expansión en estos momentos.
Para no dar pábulo a hipótesis sobre cuáles podrían ser, me permito citar directamente una: Hakuna. No seré yo quien haga un juicio sobre el contenido y los métodos utilizados por los propios jóvenes, tutelados por algunos adultos y por su fundador principalmente. Tengo la impresión de que en todo ello abunda el sentimiento y la sensación, que también son importantes y necesarios, sólo faltaba!, por encima de la razón, como sinónimo de reflexión y de crítica. Me preocupa, o no veo claro, para ser más exactos, que la adoración, y más concretamente el tipo de la misma, la manera de hacerla y las circunstancias externas que la rodean, sea la manera más propicia e idónea para ayudar a crecer y madurar la fe de los jóvenes y ayudarlos a afrontar un compromiso de verdadera transformación social del entorno más próximo y más alejado.
No sé si el Papa Francisco iba por ahí cuando dijo entonces «¡hagan lío!», yo diría que no. Sobre todo, después de leer sus encíclicas, documentos y escuchar los mensajes que, de manera constante, dirige a la gente que se congrega para escucharlo. Pero lo que más me preocupa es que a lo mejor «le estén colando un gol por la escuadra» y él sin enterarse. Y no, precisamente, porque no quiera o no sea capaz de darse cuenta; sino porque los eclesiásticos que le rodean, también algunos de los obispos por él nombrados, tratan de ocultarle una realidad con la cual ellos se sienten muy a gusto y del todo auto complacidos.
Espero que estos eclesiásticos no hagan lo que puedan y esté en sus manos para descafeinar, o, peor aún, tergiversar o adaptar a la «moral» por ellos interpretada, el «todos, todos, todos» de Lisboa 2023, porque podría llegar a suceder, parafraseando a Mafalda, que pudiéramos llegar a quedarnos en «todos, todos, todos, pero unos más todos que otros» (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia. Puedes aportar tu escrito enviándolo a eclesalia@gmail.com).
