LA ESPIRITUALIDAD DE LA PREMIER
La experiencia primera y única
YOLANDA CHÁVEZ, yolachavez66@gmail.com
LOS ÁNGELES (USA).
ECLESALIA, 28/10/24.- En la vida cotidiana, a menudo nos perdemos en la rutina de lo conocido, lo repetido, lo predecible. Pero cada día tiene el potencial de convertirse en una premier espiritual, una primera experiencia con lo sagrado que nos invita a detenernos, contemplar y asombrarnos.
La espiritualidad de la premier diaria nos anima a ver el mundo con ojos nuevos, como si todo lo que experimentamos hoy se revelara por primera vez. Cada conversación, cada taza de café, cada paseo bajo la lluvia puede ser una premier, un encuentro único y sagrado. Es la maravilla de alguien que experimenta la lluvia después de meses de sequía o el placer de una sonrisa inesperada.
C.S. Lewis decía: «No tenemos un alma. Somos un alma. Tenemos un cuerpo.» Esta idea nos recuerda que vivimos nuestras experiencias como almas que constantemente buscan sentido, profundidad y conexión con lo trascendente. Esa búsqueda no ocurre solo en grandes momentos, sino también en las premieres cotidianas, esas que nos invitan a estar presentes.
Pensar en la vida como una serie de premieres diarias nos lleva a una espiritualidad del asombro, donde la atención y la gratitud se vuelven prácticas esenciales. Aunque el libro del Eclesiastés diga que «no hay nada nuevo bajo el sol», hoy, este día, es una premier. Nunca antes ha sido vivido, y nunca volverá a repetirse. Cada pequeño acto es una oportunidad para tocar lo divino, para experimentar un destello de eternidad en medio de las rutinas.
¿Y si hoy decidieras vivir cada experiencia como si fuera una premier? ¿Y si escucharas a tus seres queridos como si fuera la primera vez? ¿O caminaras por tu calle habitual con nuevos ojos? Este enfoque no requiere grandes cambios; solo la disposición de abrirse a lo nuevo, lo inesperado, lo sagrado que se esconde en cada rincón.
¿Te animas? (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia. Puedes aportar tu escrito enviándolo a eclesalia@gmail.com).
