¿ESTARÉ CUERDO?
LUIS SANDALIO, luisandalio@yahoo.es
LLOREDA DE CAYÓN (CANTABRIA).
ECLESALIA, 30/12/22.- Dice una canción:
“La gente camina manejando el móvil
porque este aparato manda en su vida.
entre tantas redes y entre tantas voces
y entre tantos memes… no le han visto a Él”.
(“La gente camina”. Música de Luis Alfredo. Letra de Sandalio).
¿Qué necesidad hay de meterlo a Él ahora en este tema? ¿No habíamos quedado en que Dios era una herencia del pasado, de la mitología, de las historias antiguas que, al no poseer el conocimiento científico de la realidad, se tenían que inventar hipótesis absurdas de otro mundo para poner en éste un orden supuestamente sagrado al que había que someterse sin rechistar? Puede que muchas personas ahora estén de acuerdo con este planteamiento.
¿Y qué puedo decir yo? Simplemente mi experiencia personal. Sí, es verdad que también he estudiado bastante de filosofía, de historia y de fenomenología de las religiones, pero lo que me permite hablar y escribir con convicción es mi propia historia, toda mi vida conviviendo con personas complicadas de todos los continentes, ayudándolas a superar circunstancias muy difíciles. Esas vivencias y experiencias me han regalado un aprendizaje increíble, muy superior al que he obtenido de los libros y al que no puedo renunciar sin falsificarme a mí mismo.
Porque también he estudiado biografías de muchas personas que han sido referentes importantes para mí, sé que no soy un caso raro. Al contrario, soy uno más de los innumerables seres humanos que supieron encontrar en esta vida su identidad y su tarea y supieron dejar su hermosa huella impresa en la vida de los demás. ¿Es esto orgullosa presunción o es simplemente una meta que pueden lograr quienes se lo propongan? Porque la vida no es una competición en la que solo obtenga el premio el campeón. En la vida todas y todos los que participan pueden lograr su plenitud.
Porque he estudiado el pensamiento y la religiosidad de muy distintas culturas y épocas del mundo sé también que me puedo considerar ciudadano del mundo y miembro de la humanidad, ya que con todos podría dialogar y aprender, y juntos mejorarnos y mejorar este mundo que hemos heredado y se lo tenemos que dejar, un poco mejorado, a los que vienen detrás.
Que por mucho que se empeñen las nuevas tecnologías, de las que antes hemos hablado, no van a poder ofrecerme un mundo más grande que el que tengo en casa… ¡lo tengo claro! El mío es inmenso e inagotable porque nace de la interioridad de las personas que convivimos en ella. El de las tecnologías, en cambio, es un mundo alucinante, artificial y virtual… porque es de fabricación egocéntrica, privada, muchas veces racista, geopolítico, financiero y empresarial.
Cada cual elegirá el mundo que quiera. Si tienes ganas de seguir leyendo yo te invito a desaprender tanta cordura con la que este sistema nos quiere adoctrinar y aborregar.
La canción con la que he comenzado continúa así:
Él también camina entre todos ellos / va buscando amigos para conversar,
para acompañarles y cambiar el mundo / haciendo una fiesta de fraternidad.
Por supuesto universal: “Fratelli tutti”. Ahora bien… ¿Estaré cuerdo? (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia. Puedes aportar tu escrito enviándolo a eclesalia@gmail.com).

