TU AMOR ES MI LUZ
PURI MERCEDES GARRIDO, laica cisterciense del monasterio Santa María de Sobrado de los Monjes (Galicia), pmgarridopastor@gmail.com
ASTURIAS

ECLESALIA, 26/05/25.- Con la mirada sorprendida descubro y admiro un pequeño rayo de luz, que pasea alegremente, iluminando y transformando todos los rincones de mi salón. 

Su luz saltarina me regala una mirada nueva, para admirar transformadas todas las cosas cotidianas que me rodean.

La luz a su vez, me transforma, pero no me confunde o desdibuja mis contornos, sombras y entrañas, sino que me acaricia y calienta por dentro, como un microondas mágico que desentraña mis debilidades, mi memoria enferma, mis mentiras y miedos, blanqueando les con su fuego purificador.

Inundada por Tu luz recobro toda mi verdad, mi armonía, mi pureza interior, pero distingo con claridad que Tú eres , y yo soy solo yo, como una sombra humana desdibujada a Tu imagen y semejanza. 

Percibo que aunque estamos plenamente unidos, somos diferentes y distintos. 

Palpo que haciéndote hueco en mi soledad, encuentro Tu solitaria soledad.

Descubro Tu luz que no se confunde con nada de lo que iluminas, es única, absoluta, silenciosa como una pluma blanca de ave elevándose en el aíre, como una estrella en el firmamento, que me guía en la noche.

Cuando Tu luz me cubre, eres mi sangre y mi carne.  

Luz que siempre me iluminas toda, en silencio sonoro y música callada, bailando y riendo por todo y por nada.

En ese instante mágico, Tu luz nos envuelve, como un abrazo ardiente y prolongado, que está por encima de todo, incluso de nosotras, de nosotros. 

Nada puede oscurecer nuestra luz.

Nada puede  tocarnos y hundirnos en las sombras de muerte

Somos intocables envueltas en Tu luz purificadora.

En el secreto silencio de nuestra soledad solidaria, en ese instante, Tu luz me cubrió con su sombra y el Hijo de Dios se hizo carne.

En el silencio siempre está la luz, en la nada siempre está el amor

Hago silencio en soledad, sin temores, porque Tu luz siempre está presente

El silencio me enseña a desenganchar me de todo, para regresar a Tu luz abrasadora y ardiente de amor

En el silencio me espera el Absoluto. 

En el secreto silencio, se hace carne el hijo, en comunión y unión plena con  el despertar de la Maternidad Universal (Sri Mata Amritanandamayi Devi). 

silencio eterno, en comunión interminable, me recuerda que soy moldeada con arcilla, hecha de silencio y barro a imagen tuya; Dios Uno y Trino

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