UN RUEGO A MONSEÑOR ARGÜELLO
JUAN ZAPATERO BALLESTEROS, zapatero_j@yahoo.es
SANT FELIU DE LLOBREGAT (BARCELONA).

ECLESALIA, 11/07/25.- Después de constatar, a tenor de sus declaraciones, la grandísima preocupación que afecta a monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, por la necesidad y la urgencia, en estos momentos, de convocar elecciones en España, yo le sugeriría que, si no le supone mucha molestia, urgiera también, con la misma exigencia, a los dirigentes del Partido Popular y de VOX, con quienes, por lo que veo, mantiene una cordial relación, que tomasen partido, de manera decida, a favor de asuntos muy graves que, en estos momentos, algunos ya desde hace tiempo, afectan seriamente a nuestro país y a ciertas zonas del planeta.

Debo hacer una puntualización previa antes de comenzar. Me dirijo a monseñor Argüello como arzobispo de Valladolid, en vez de hacerlo como presidente de la Conferencia Episcopal Española, porque, a tenor de las declaraciones del arzobispo de Tarragona, la CEE, como tal, no se ha manifestado sobre dicha cuestión en ningún momento.

En primer lugar, dirigiendo la mirada hacia la propia casa, le rogaría que, sin más dilación y máxima urgencia, exigiera que los partidos citados anteriormente, retirasen de sus programas la animadversión tan profunda, velada en el caso del PP, pues son muy «educados», cuando les conviene, claro, que criminalizan a los emigrantes, en general, y a los menores no acompañados, en particular. Y ello, no ya simplemente por el más elemental sentido humanitario, sino porque el Evangelio de Jesús, del que se dice ser representante el «señor» arzobispo, lo pone como factor número uno de identidad «Fui forastero y me acogisteis» (Mt 25). Y, de paso, que les recuerde, también, que la difamación y la mentira sobre numerosos asuntos, pero sobre la inmigración, de manera especial, transgreden y van en contra de los mandamientos de la Ley de Dios.

En segundo lugar, que les advierta que el silencio que mantienen, cuando no su apoyo explícito de palabra, hacia políticas tan criminales como las del presidente Trump de los EEUU respecto a los inmigrantes y residentes en el país sin papeles, y el genocidio que está llevando a cabo Netanyahu contra Gaza, transgreden de manera impune el «No matarás», de la Ley de Dios.

Que les recuerde, también, que la «omisión» es, casi siempre, tan grave como la «acción», por aquello de que no vale mirar para otro lado ni callar, cuando lo que está en juego es la vida de niñas, niños, mujeres y gente inocente en general. Pues, en este último caso y siguiendo, además, el sentir popular, «Quien calla, otorga».

Es simplemente un ruego al monseñor, por mi parte. Le pediría que no se lo tomase como un consejo, Dios me libre, proveniente de un fiel, quizás indocto e ignorante (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia. Puedes aportar tu escrito enviándolo a eclesalia@gmail.com).