43MANTENER LA CONCIENCIA DESPIERTA
YOLANDA CHÁVEZ, yolachavez66@gmail.com
LOS ÁNGELES (USA).

ECLESALIA, 05/05/15.- “Señor, usted no sabe lo que estamos viviendo… Durante el día a mi esposo y a mí nos ocupa el trabajo en la casa o en el campo. Pero llega la noche, señor, y a la hora de la merienda el hijo está ausente y no sabemos nada de él y es entonces un dolor muy grande, señor, mucho dolor cuando llega la noche…”.

Palabras de la madre de uno de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, frente al secretario de gobernación en México, en septiembre del 2014.

Es el sufrimiento propio de quien ha cargado al hijo en sus entrañas y ya no puede verlo; no sabe dónde está, si ha comido, si tiene frio, si se siente triste, si está herido…

El pasado 26 de abril por la tarde, viendo las imágenes de la marcha de solidaridad por Ayotzinapa que se congregaba en el Washington Square Park en Nueva York; sufrí un lastimón. Recordé que tenía clavada en mi corazón, empozada como espina desde hace siete meses, la mirada de infinita tristeza de esta madre… su “mucho dolor cuando llega la noche”.

¿Por qué había dejado su mirada llorosa a un lado, hasta casi olvidarla?

¿Qué me pasó?

¿Es porque tengo la bendición de abrazar a mis hijos todos los días?

El Evangelio del pasado domingo, (Juan 15, 1-8) me habla de la vid y los sarmientos; de la madre y de los hijos, a mí me habla de vida, y cuando nos cortan de tajo pedazos nuestros comienza la muerte porque nuestros pedazos mueren sin nosotras y nosotras sin ellos.

Yo le ofrezco a esta madre una disculpa por no hacer suficiente para que las autoridades mexicanas le expliquen por qué le cortaron de tajo un pedazo suyo, por quedarme callada, por pensar que el caso Ayotzinapa es “un tema superado”, por permitir que con “pan y circo” me hayan dormido la conciencia durante meses…

Aquellas imágenes me causaron un lastimón que tuve que sacudirme, pero también me despertaron.

Hice una promesa a las madres de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa mientras encendía una veladora a nuestra Santísima Madre: Les prometo mantener la conciencia despierta. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).