pan para cenarDÍSCOLO
Carlos Sánchez Mato, candidato a la alcaldía de Madrid

CÉSAR ROLLÁN SÁNCHEZ, eclesalia@eclesalia.net
MADRID.

ECLESALIA, 20/05/19.- Estaba yo hace unos días en la cocina recogiendo los cacharros de la cena con la radio encendida, cuando escuché referirse a mi amigo Carlos como el «concejal díscolo». Era el momento del repaso a los movimientos de los partidos políticos que se presentan a las próximas elecciones del 26 de mayo al gobierno del ayuntamiento de la capital de España y esa fue la forma de comenzar a hablar del candidato Carlos Sánchez Mato.

El diccionario dice que díscolo es «desobediente, que no se comporta con docilidad». Lo que en un primer momento me resultó un calificativo un tanto reduccionista e incluso despectivo, después lo comprendí como un adjetivo que no estaba muy lejos de la realidad.

En estos lares de occidente, donde la prisa nos lleva y nos trae con obligaciones que casi no nos dejan pensar, que nos incapacita para invertir tiempo en revisar los derechos humanos, que nos otorga espacio para un bienestar que ciega la visión de las empobrecidas y empobrecidos de este mundo, encontrar a alguien que se pare a pensar, que reivindique los derechos humanos y que vea y denuncie la cruda realidad de quienes lo pasan mal, es alguien díscolo, sin duda, desobediente al sistema, que no se comporta con docilidad.

Sé de primera mano que Carlos es así, pero es que él se empeña en afirmarlo y vivirlo donde quiera que esté desde que le conozco. Entró en la administración política del ayuntamiento de Madrid tras las elecciones municipales de 2015 y desde el primer momento se posicionó del lado de los que lo haría el mismo Jesús de Nazaret sobre el que Carlos fundamenta sus más profundas convicciones. No se dejó avasallar y eso le impidió continuar con la gestión económica de la ciudad. Ahora trata de volver a formar parte del consistorio poniendo en pie a mucha gente que siente la necesidad de verse representada por personas que piensen de forma crítica, que actúen teniendo presente los derechos humanos, que no dejen de lado a quienes expulsa el sistema.

Traducido a «cristiano» se podría decir que lo que Sánchez Mato -candidato a la alcaldía de Madrid- busca es aquello del pan partido y repartido, que no es otra cosa que un mundo en el que tomemos en serio la dignidad humana, la igualdad equitativa, y la libertad para vivir dando vida en abundancia.

Carlos, espero que tengamos la calma suficiente como para comprender qué es lo que más nos conviene a esta ciudad y que de esa reflexión vuestra opción municipalista pueda llegar a representarnos por el bien de las gentes que vivimos en Madrid (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

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