«Santa Hildegarda murió el 17 de septiembre de 1179 y fue sepultada en la iglesia del convento de Rupertsberg. Hechos históricos motivaron el traslado de sus reliquias a Eibingen, donde se encuentran actualmente. Fue proclamada santa por el papa Benedicto XVI el 10 de mayo de 2012 y el 7 de octubre de ese año fue declarada oficialmente doctora de la Iglesia».

«Hildegarda de Bingen: la santidad ganada con el genio» de Juan Alfredo Pinto Saavedra en El Tiempo