Texto original publicado en Global Sister Report
EL VEREDICTO DE MULAKKAL
Deja a las monjas más vulnerables frente al abuso sexual clerical
VIRGINIA SALDANHA (traducción de Patricia Paz, ppaz1954@gmail.com)
MUMBAI (INDIA).
ECLESALIA, 11/02/22.- La absolución del obispo Franco Mulakkal de Jalandhajar en el caso de violación entablado en su contra por la anterior superiora general de la congregación diocesana Misioneras de Jesús en junio en 2018 ha dejado en shock, no solamente a sus seguidores, sino a muchas feministas y otras personas de pensamiento recto en el país.
Hermanas en Solidaridad (Sisters in Solidarity), el grupo de mujeres activistas, monjas y abogados que están acompañando a las hermanas, apoyándolas en diferentes maneras, están paralizados porque no pueden creer. Al analizar la sentencia, está claro que el muy bien pagado consejo de defensa ha usado tecnicismos hábilmente para manipular los hechos y la evidencia y llevar al juez a declarar en su favor, “Cuando no es posible separar la verdad de la mentira, cuando el grano y la cascarilla están inseparablemente mezclados, el único curso de acción posible es desechar completamente la evidencia”. Él mismo concluye, “Esta corte no ha podido poner su confianza en el testimonio solitario de PW1 (la monja sobreviviente) y considerar culpable al acusado de los cargos en su contra.”
El obispo fue acusado de confinamiento arbitrario, violación, sexo antinatural e intimidación criminal provenientes de 13 presuntos incidentes ocurridos en sus visitas a la casa de huéspedes del convento entre los años 2014 y 2016, convirtiéndolo en el primer obispo católico de la India en ser acusado y juzgado por la violación de una monja. El veredicto fue anunciado el 14 de enero por la Corte de Sesiones del distrito de Kottayan en el estado de Kerala en el sudoeste de la India, la jurisdicción más cercana a la escena de los crímenes presuntos.
Mulakkal salió de la corte jubiloso, y dijo, “¡Alabado sea Dios!” ¿Qué Dios puede aceptar su alabanza? Yo creo que había personas bailando de alegría, gritando que la Iglesia había ganado. De nuevo, ¿qué Iglesia? Considerando que la monja sobreviviente pertenece a la misma tradición religiosa, ¿creen que Dios favorece a los varones sobre las mujeres? ¿O que Dios apoya la misoginia y la violencia contra las mujeres para bendecir al acusado con una absolución?
Siendo Kerala un estado con una población religiosa significativa, donde la Iglesia Católica tiene dominio por su influencia social y sus conexiones políticas, ésta ejerce considerable poder. No es de sorprender que los poderes existentes hayan prevalecido. El Patriarcado y la misoginia han ganado.
Lo que es impactante es la razón para la absolución. Un oficial superior de la policía, que estuvo al frente de la investigación del caso cuando se hizo el informe en el 2018, dijo estar impactado por el veredicto, porque él había armado un caso irrefutable en contra del acusado.
En un programa de entrevistas de la televisión, la presidente de la Comisión Nacional para Mujeres en India apuntó a que el juicio no está basado en la letra y espíritu de la ley.
Las mujeres están profundamente consternadas porque este juicio es un freno para que cualquier otra monja se presente y denuncie violaciones. Una monja me dijo, “Ahora las mujeres se van a cuidar de presentarse si no tienen evidencias muy fuertes o serán humilladas aún más si denuncian violaciones.” Además, el acceso de los varones al poder del dinero es mucho mayor que el de las mujeres.
En la Iglesia Católica el clero goza de una confianza ciega y son vistos como los representantes de Dios. Entonces cuando un sacerdote, y más aún un obispo, de repente se impone a una mujer, la sorpresa es tal que su mente queda en blanco. No sabe cómo procesar lo que le está pasando, su mente se dispara y se llena de miedo. Habiendo sido educadas para creer que las mujeres son las tentadoras, se pregunta si ha hecho algo para provocar el abuso.
Tomemos el caso de esta monja relativamente joven que se unió al convento desde su pueblo natal en Kerala. Viajó a Jalandhar, a casi 2.000 millas de distancia en el norte de la India, a la edad de 15 años, entusiasmada por un sacerdote de su diócesis que vino en búsqueda de “vocaciones.” La mujer en Kerala es criada en un contexto muy protegido sin ninguna información ni contacto relacionada al sexo. Cree que va a estar absolutamente segura en el convento, protegida por su voto de castidad.
La diferencia de poder entre una monja y su obispo es también un gran factor que contribuye a su confusión al procesar la experiencia. ¿Es posible para esa mujer ingenua salir corriendo y hablar acerca de su experiencia? ¿Mucho menos denunciarla? ¿Puede el factor tiempo para actuar ser tomado en consideración?
El obispo uso su posición de poder y autoridad sobre ella para ponerla en situaciones donde para él fuese fácil violarla en repetidas ocasiones. Esto la sumió en una profunda conmoción psicológica, hasta que se lo confió a un sacerdote que le dio el coraje para hablar sobre hecho. El lapso de tiempo transcurrido entre la violación y la denuncia fue usado en su contra, dejándola devastada. La violación no se trata solamente de que la ley siga su curso, sino del estado mental de la sobreviviente. Sólo la mujer puede saber y entender cómo se siente.
La monja sobreviviente había escrito cartas a todos los obispos que tenían autoridad sobre la jurisdicción de la diócesis de Jalandhar, por ejemplo, al obispo metropolitano de Delhi, al presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de la India, como también al nuncio apostólico en la India. Habló con el párroco y con el obispo de Kerala, donde estaba situado su convento, pero no encontró ningún apoyo.
Su situación no es muy distinta a la de la mayoría de las mujeres en India. Por eso las feministas han luchado mucho para cambiar las leyes concernientes a la violación. Bajo estas leyes inflexibles había suficiente alcance para que Mulakkal fuera condenado, pero sus astutos abogados lograron argumentar por qué en este caso la ley no podía aplicarse. Estaban frente a un fiscal público bastante inexperto que fue designado por el estado para defender a la monja. ¿De dónde sacó el obispo la plata para pagar las tarifas exorbitantes cobradas por tan expertos abogados?
En la Iglesia, ¿adonde va una mujer cuando el mando está en manos masculinas y los hombres se protegen entre sí y se apoyan mutuamente para defender los crímenes de sus hermanos sacerdotes? La forma en que la sobreviviente fue tratada por los líderes eclesiales hizo que la comunidad católica que la rodeaba fuera hostil hacia ella, sus compañeras que la apoyaban, e incluso sus familias.
Aún más deprimente es el hecho de que la Iglesia Católica no tiene ningún mecanismo ni estructura para tratar los reclamos de abuso de las mujeres dentro de la institución. Esto a pesar de la ley que hay en el país de Prevención de Acoso Sexual en el Lugar de Trabajo que obliga a cada institución a tener un Comité Interno de Reclamos para tratar las denuncias de acoso sexual de mujeres en sus lugares de trabajo. La Iglesia es considerada el lugar de trabajo de las monjas.
En el año 1991, La Conferencia de Obispos Católicos de la India estableció una Recepción para Mujeres para el empoderamiento de las mujeres en el país tanto dentro como fuera de la Iglesia. Esto fue subido de categoría convirtiendose en una comisión independiente para darle mayor autonomía. Fui secretaria ejecutiva de esa comisión entre el año 1998 al año 2004. Durante mi ejercicio, traté de poner en práctica lineamientos para el funcionamiento de la comisión, pero me encontré con la oposición de los obispos que me bloqueban una y otra vez.
Una hermana religiosa, nombrada en mi lugar, obedientemente siguió las instrucciones de los obispos. Durante su mandato los obispos, en consulta con un grupo de mujeres, produjeron la celebrada Política de Género que permanece como un instrumento muerto antes de nacer. No se creó ningún mecanismo para su implementación ni hubo ninguna evaluación periódica acerca de su implementación. Entonces, con la política de Género no implementada, las mujeres no tienen ningún mecanismo de reparación del abuso en la Iglesia.
Desde el 2020 en adelante, un grupo de mujeres mayoritariamente de la Arquidiócesis de Bombay han estado tomando casos de abuso en la Iglesia. Solo un caso con múltiples acusaciones fue investigado, pero las conclusiones nunca fueron implementadas. Otros casos nunca fueron investigados y las víctimas fueron silenciadas. En un caso que involucraba a una diócesis en el norte de la India, la monja dejó su congregación frustrada porque no consiguió apoyo ni de su congregación ni del obispo de la diócesis. El seminarista a quien acusó de voyeurismo, nunca fue censurado. En vez, lo recompensaron mandándolo Roma a seguir estudios superiores. ¿Cuál es el mensaje para su futura misión en la Iglesia?
Algunas personas dicen que el celibato obligatorio es la causa de los abusos, porque a pesar de ser antinatural se mantiene por razones económicas, entonces la Iglesia se siente obligada a defender al abusador, pero al hacerlo pone en riesgo su misión.
Si el caso Mulakkal hubiera terminado en una condena, posiblemente muchas monjas hubieran tenido el coraje de ir al frente y hablar acerca de los abusos.
Mientras el clero siga gozando del poder desorbitado que viene con la ordenación, los vulnerables del pueblo de Dios seguirán sufriendo abuso, y las monjas, especialmente las de congregaciones diocesanas sobre las cuales el obispo local tiene completo control, serán las más vulnerables.
Si el próximo Sínodo de la Sinodalidad en la Iglesia no aborda esta grave anomalía en lo que se supone sea el “liderazgo de servicio,” la Iglesia sólo provocará más escándalo en vez de dar cumplimiento a su misión que es la de extender el Reino de Dios en el mundo.
Quienes quieran firmar «VOCES DE CATÓLICOS PREOCUPADOS sobre la ABSOLUCIÓN del OBISPO FRANCO MULAKKAL» lo pueden hacer aquí.