«El clima que se vive es de agitación: Se acerca la celebración de la Pascua fiesta trascendental para el pueblo judío, momento de grandes hechos históricos y de posibles decisiones. Los jefes del pueblo ya han decidido prender a Jesús y condenarlo de todas maneras… solo están buscando cómo hacerlo. Por su parte, Jesús tiene plena conciencia del momento que vive: sabe y siente que su vida está en peligro y trata de compartir esa conciencia con sus discípulas y discípulos, con sus amigas y amigos» […]
«Un cuerpo acariciado» mañana, 11 de abril, en Eclesalia Informativo