Buen Dios de entrañas maternas, en esta mesa de Noche Buena te pedimos que nos bendigas y bendigas los alimentos que vamos a tomar. Sentimos que tu presencia da sentido a esta cena, que nos alegra el recuerdo del nacimiento de Jesús, que por eso mañana empiezan los días de Navidad.
Nos proponemos compartir el bien que recibimos de ti en esta noche de paz, la alegría profunda de la fe y el amor que damos y recibimos en familia.
Nos sentimos agradecidos por la esperanza que nos da tu Palabra, que habita en este mundo nuestro, que nos anuncia un mundo nuevo.
Paz y bien.