EN BUSCA DE OBISPOS
Carta abierta a Bernardito Auza
CÉSAR ROLLÁN SÁNCHEZ, eclesalia@gmail.com
MADRID
ECLESALIA, 08/11/21.- Estimado Bernardito: He leído que, en su calidad de Nuncio del Papa, anda buscando obispos para las diócesis españolas. Tengo entendido que esta tarea le ocupa buena parte de su labor y a ella dedica todas sus fuerzas. Quisiera, con esta carta, contribuir a su búsqueda, con la intención de seguir construyendo un buen lugar para nuestra Iglesia del siglo XXI.
Para toda búsqueda hacen falta criterios, enunciados que indiquen el camino a seguir. Pablo le ofreció a Timoteo una lista exhaustiva sobre cómo tenía que ser un obispo, que a buen seguro tuvo en cuenta:
- que el obispo sea irreprochable,
- casado una sola vez, casto,
- dueño de sí,
- de buenos modales,
- que acoja fácilmente en su casa y
- con capacidad para enseñar.
- No debe ser bebedor ni peleador, sino indulgente,
- amigo de la paz y
- desprendido del dinero.
- Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos obedientes y bien criados. Pues si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá guiar a la asamblea de Dios?
- No se debe escoger a un recién convertido, no sea que el cargo se le suba a la cabeza y el diablo lo haga caer.
- Es necesario también que goce de buena fama ante los que no pertenecen a la Iglesia, para que no hablen mal de él y caiga en las redes del diablo.
No sé como andará su lista de criterios, pero quiero pensar que los suyos, como los de Francisco, no se alejarán de los del apostol Pablo, por lo que no le será difícil encontrar a las personas más indicadas para semejante servicio a la comunidad.
A mí se me vienen a la memoria muchos nombres de mujeres y hombres que estarían dispuestos a seguir construyendo Iglesia en la diversidad de carismas y ministerios. Mi lista está compuesta por personas célibes y casadas, que saben de acompañar, aconsejar y respetar procesos, irreprochables, dueñas de sí, con buenos modales, acogedoras, con capacidad para enseñar, indulgentes, amigas de la paz, desprendidas, buenas gestoras, con buena fama social y ningún apego al cargo.
Permítame que le aconseje que dirija una carta abierta al Pueblo de Dios que peregrina en España. Estoy seguro de que tendrá el eco suficiente como para que las respuestas que reciba le puedan ayudar en su labor, retornar a la Tradición y reformar esta Iglesia nuestra; sabemos que estos son tiempos para reflexionar sobre su sinodalidad (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia. Puedes aportar tu escrito enviándolo a eclesalia@gmail.com).
Un cordial saludo.